Huellas de Jorge PardoEl jazz en Soria: Noches de club para el recuerdo
“Les debemos a todos los jazzmen el habernos hecho sentir que nuestras vidas tenían algo de luz en mitad de la noche”. Editorial. La poesía del jazz. Nº monográfico de la revista Litoral. Año 2000.
Ha tenido que ser la Academia Francesa de jazz la que reconociera el mérito de Jorge Pardo, haciendo cierto el refrán de que “nadie es profeta en su tierra”. Bueno, sobre todo si su tierra es ésta, con sus instituciones... Aunque la música española siempre ha estado presente sutilmente en el jazz, particularmente el flamenco tenía todos los elementos para llamar la atención de los jazzmen norteamericanos. Lionel Hampton en su visita a España en 1956 grabó el disco Jazz Flamenco -con un joven Tete Montoliú-, aunque de flamenco apenas tiene unas introducciones con castañuelas. En 1962, en el disco Olé, John Coltrane grabó un tema de música andaluza popular, El Vito, y en 1967 Miles Davis, con los arreglos de Gil Evans, se sumergieron en la música española con Sketches of Spain, atreviéndose con una versión del Concierto de Aranjuez, pero también una saeta y una soleá. Por la parte española Pedro Iturralde en el mismo año grabó otro CD también llamado Jazz Flamenco, que contaba con la colaboración a la guitarra de Paco de Algeciras, o sea, Paco de Lucía.
Todos estos grandes músicos de jazz se han aproximado circunstancialmente al flamenco dejando notables obras, pero, como ocurrió ya en otras revoluciones del jazz, no fue desde el academicismo ni la ortodoxia flamenca o jazzística desde donde se produjo una fusión, sino desde el corazón de músicos que incorporaban esos estilos, interiorizándolos con tanta naturalidad como libertad, como una forma de vida. Hablamos de Jorge Pardo, Chano Domínguez… y la pléyade que ahora transita por esta vigorosa rama con nueva savia. Por esa misma libertad, que hace esta música bellísima, escuchamos el disco Huellas dejándonos llevar, sin etiquetas, que a veces suena flamenco, otras sudamericano o africano con aires de marimba, y ¡cómo no! siempre el jazz… aquí ya sólo importa la comunicación tan especial que buscamos en los clubs músicos y aficionados. Y a veces la encontramos, como recordamos algunos que ocurrió hace más de veinte años en El Boulevard, varias veces, con Jorge Pardo. Aurora Arranz obró entonces el milagro de traer a la ciudad al mejor jazz que se hacía en España: Ximo Tebar, Santiago Reyes, Miguel Ángel Chastang, Joaquín Chacón, Carlos Carli, Horacio Icasto, Connie Philips, José Mª Guzmán, Tito Duarte, Jaime Marques, Pedro Ruy Blas, Larry Martin… y también trajo los aires del blues de Chicago con Tonky y Ñaco Goñi… hasta la fecha, donde El Boulevard siempre tiene ese ambiente acogedor, propicio para propuestas musicales aventureras y entusiastas…
Eventualmente se han organizado otros buenos conciertos de jazz en Soria, en clubs como La Hormiga, el Swing, el Rívoli, Café Moderno… pero ha sido la colaboración de dos proyectos la que ha dado la fuerza para traer a la ciudad una programación estable, basada en músicos de jazz&blues profesionales, nacionales e internacionales, de gran nivel.
En 2007 nacieron de forma independiente la Asociación Cultural ‘En Vibop’ y el Café teatro Avalon (de la mano de Richard y Sergio). Compartiendo esfuerzo e ilusión, promoviendo la música en directo, ambas ideas estaban llamadas a converger, cada una desde su ámbito: una historia ya larga de más de cinco años y setenta conciertos que parecía imposible se ha hecho realidad. La lista de grandes músicos que han actuado en Soria —¡y ahora Jorge Pardo y su grupo!— merced a esta estrecha colaboración no cabe en estas líneas. Que no nos pregunten cómo lo hemos hecho porque no lo sabemos, importa más bien cómo lo hemos pasado y la esperanza de que —como sea— haya jazz para rato, esas pepitas que brillan en la noche de los clubs con las que contentar a los buscadores de oro…
Nuestro reconocimiento a Ángel Vicente, soriano en la diáspora, cuyos buenos oficios propiciaron este concierto.
